
Despertarse un sábado con la tramuntana pegando fuerte, un Sol que bien podría ser de pleno agosto y el mar tan cerca que casi puedes tocarlo. Así lo hicimos en El Far, un pequeño hotel ubicado en el acantilado más codiciado de toda la Costa Brava, junto al Faro de San Sebastián. Un patio interior y muros de piedra, con la clase y estilo de un gran lujo, pero la sensibilidad y detalles de un pequeño hotel boutique.
El hotel tiene también un restaurante donde se come más que bien y que fue uno de los grandes descubrimientos de nuestra visita. Comer con vistas en un lugar poco conocido es difícil, y hacerlo en El Far es la mejor opción. Además, es ideal para grupos o celebraciones de cualquier tipo.
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